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Mostrando entradas de abril, 2018

Entre las voces, una: de la selva de Herzog a García Lorca

El cineasta Werner Herzog escribió mientras rodaba Fitzcarraldo en la selva amazónica un diario que muchos años después publicó bajo el título de Conquista de lo inútil. La mirada va posándose en la exuberancia contradictoria de la selva. Lo raro, lo desmesurado, lo mínimo, lo frágil, lo bello y lo atroz entremezclados. Bajo la perplejidad, Herzog se siente tomado por la voz. La escritura en los cuadernos, en circunstancias que rozan lo extremo a veces, surge sin pretensiones, de manera natural, como una continuación de la mirada. Como dice el propio autor: “un conjunto de paisajes interiores nacidos del delirio de la selva” Le ocurre a cualquiera. Algo dentro empuja alguna vez a tomar el lápiz y dejar constancia del asombro. La capa de rutina con que la costumbre suele cubrir nuestra mirada, allí se cae. Entonces, con la perplejidad a flor de piel, el ritmo de fuera despierta el interior.  Hay un entrecruzamiento. Siempre la doble dirección entre el dentro y el afuera. La poesía

Un decirse el mundo en la mirada: de Parménides a Goethe.

Una palabra que va al encuentro nombra de alguna manera lo que somos, y así, mientras cruzo lo ocioso y sagrado de esta semana santa, voy pensando la existencia como un ir diciéndose las cosas:  ...un decirse que en el fondo supone la continuada renovación de nuestra conexión con el mundo, momento a momento. Y es que el decir ocurre sin cesar, no hay silencio en la mirada, porque ella reúne y conecta cada cosa con otra: la brisa con las hojas; la luz de un sol de invierno con la piel, aquí junto a la ventana, y allí enfrente donde la hierba. Y así todo lo innumerable ocurre, según brota la existencia mientras se da el percibir. Ocurren, suceden innumerables entrecruzamientos, a poco que uno acuda a la escucha. Por ejemplo, esta mañana, Parménides... recortado a partir de una cita que conservo en una vieja libreta, acude y se conecta a la Teoría de los colores de Goethe. Dice la cita de Parménides: “según cada cual tiene la mezcla de sus miembros múltiplemente errantes, así se instala c