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Mostrando entradas de enero, 2015

LA CARCAJADA

El exilio no es un viaje de ida y vuelta, ni residir en la nostalgia. Quizá sea una visita, esperar a ver qué hace el tiempo con uno, salir de uno mismo hacia los demás para conocerse y congeniar, o para que lo propio se encierre en su caparazón. … El exilio es un ejercicio de reflexión sobre lo que no tienes, estupor por no tenerlo. El exilio educa el cuerpo. Te fascina la belleza de la forma, aunque su significado sea parcial: la perfección es ser consciente de la imperfección. …. Nada supera a la belleza. Pero tú, que en el fondo eres un campesino, estás de parte de los árboles que se reflejan en el río, estas de parte de las palomas, y te demoras largo rato junto a un lirio que crece, solitario, fuera de la maceta... no porque sea, como tú, una especie rara, sino porque se apoya en sí mismo para crecer desvalido. …. El exilio es el viaje del poeta en el poema, un viaje dentro del viaje, pero el lenguaje metafórico siempre vuelve la vista atrás. …. Volver... ¿adónde? Te preguntas m

EL CANTAR DE LOS CANTARES

Coger al azar un libro de la estantería, ah, Mahmud Darwix, ¡cuánto tiempo! amarrarlo bajo el brazo, se siente en los dedos ateridos la nieve próxima, tomar café en el único bar del pueblo, en los dedos el calor de la taza, leer un solo poema, en los dedos el bendito calor... de un solo poema. Abandonar el bar, coger rumbo al aire frío de los sembrados en esta última hora de la tarde, llevar la nieve y la luz pegada a los dedos, la nieve y la luz de un solo poema, querer susurrar al oído de cada uno, ¿estáis ahí? decidme,   decid siempre a alguien. Querer apartar las telas de la tristeza, estos hilos de un tiempo derrotado y hundido en su herida, ese miedo cansado de los huesos, esa incertidumbre, querer susurrar al oído con tanta insistencia que parece que pudiera gritaros, aquí al oído, veis, veis aquí la nieve y la luz de este pequeño poema nacido, dónde nacido, qué fríos, qué dedos fríos en mitad de julio…. componed, componed siempre al final de una tarde cualquiera, una y otra ve

EL NO SABER CARGADO DE COMPASIÓN, Chantal Maillard

“Pasar entre las formas como un animal entre la hierba, quedando tan solo la fragancia en su pelaje. Una fragancia es un ritmo, un color, una vibración en curso. Por lo que a mí respecta, aspiro a ser humilde aprendiz de ese animal. Llegar al poema como quien vuelve de caminar por el monte con la chaqueta mojada, y la pone al fuego y humea, y aspira ese humo. ¿Qué palabras serían ésas?" ( El no saber cargado de compasión. Entrevista de L. Giordani, A. Borra y V. Gómez, Fundación Inquietudes, 2010). "Cuando entreví el charquito de agua, supe que aquella nostalgia no se refería a la infancia ni a ningún momento de ella en particular, sino que era la de un gozo profundo ajeno a la conciencia temporal. No sabría, hasta mucho después, que aquel estado de gozo era el de la propia vida, que venía dado con ella, y que si lo perdemos –cosa que suele ocurrir con aquello que llamamos “edad de la razón”- es por efecto de la reflexión…. …cuando el niño dice yo , se ha enajenado en su ref