Imagen de la película El eco, de Tatiana Huezo Hay una anécdota real en la que avisan a Lama Yeshe que ha finalizado hace ya un largo rato el horario del discurso que estaba dando y no quedaba nadie escuchándolo, a lo que él replica: "¡Nadie que ustedes puedan ver!" Hay cosas que llevan impresa la huella de una entrega que se desentiende de una productividad visible. Si no entendí mal, Derridá decía algo así como que el "don" en el fondo es imposible, pues en cuanto se es consciente del gesto, el "dar" ya está desvirtuado por cierta deuda o intercambio, aunque sea solo el ligero resto de satisfacción. ¿Será posible la dirección contraria? ¿Tocar la experiencia como algo previo al individuo? Quizás en el concepto de hospitalidad, Derridá esté apuntando hacia esto. La intención de acogida da lugar a la casa, y no al revés, pues la hospitalidad que surge de la propiedad está pervertida. "Esperar sin estar esperando, aguardar [...] al visitante inesper...