Leo este párrafo en el útimo libro de Chantal Maillard, La mujer de pie:
Y entonces me atrevo a recordar este otro texto que escribí hace algún tiempo:
"Un paraiso soñado es un hilo que se agarra. Creer nos impide soltarlo. La paz es sin imágenes. Descreed. Soltad los hilos, la querencia, el ansia. Abrid la boca. Soltad. Demasiado tiempo apretando los dientes."
Y entonces me atrevo a recordar este otro texto que escribí hace algún tiempo:
Justo antes de la noche, dentro de la imprecisión, absorto en la ambigüedad, en la falta de certeza, ausencia de bordes, ni día ni noche, solamente cayendo penumbra como agua, por todo el cuerpo, y cayendo el cuerpo en cada miembro, cada fibra borrándose hacia abajo, hecha oscurecer ,derramada en este aire sin aire, sin suelo. Caer, sin hojas, solamente hacia dentro, por lo dentro, soltar, solamente soltar en cada milímetro del cuerpo su diminuta aferrarse, minuciosamente, con atención soltar el cuerpo, el miedo, cada pensamiento ya caerá después, qué perder, sin tarde y tampoco noche, sin certeza, sin bordes que pertenezcan , a quién van a pertenecer. Sólo penumbra y duda, esta bendita duda, larga, extensa, de apenas existir, sin tarde, sin noche, sin necesidad, sin obligación, sin destino.