Este sol instalado en la mudez
bajo todas las ventanas del mediodía
se alarga ardiente sobre otro tiempo
por lomas sin asfalto ni destino
donde un hombre solo y una reja
rompen este silencio.
Las bestias sudan con un resplandor
de cobre y el aroma ácido
a paja húmeda de los cuerpos
se extiende por los ojos cerrados de la luz.
Algo que ya no existe está a punto de estallar,
algo suave como una perdiz
escondida en la garganta,
otra voz, tan rotundamente silenciosa
como una pérdida.
bajo todas las ventanas del mediodía
se alarga ardiente sobre otro tiempo
por lomas sin asfalto ni destino
donde un hombre solo y una reja
rompen este silencio.
Las bestias sudan con un resplandor
de cobre y el aroma ácido
a paja húmeda de los cuerpos
se extiende por los ojos cerrados de la luz.
Algo que ya no existe está a punto de estallar,
algo suave como una perdiz
escondida en la garganta,
otra voz, tan rotundamente silenciosa
como una pérdida.